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Carolina Montilla

Enthusiastic Soul

En este blog comparto ideas, reflexiones y conocimiento a cerca de la danza, el movimiento y otras actividades artístico expresivas, emocionales y espirituales.

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La danza o el baile siempre ha formado parte de nuestras vidas. Hoy en día es tan popular que podemos encontrar millones de videos en redes sociales de gente bailando. Instagram, Tik Tok o YouTube entre otras, nos muestran millones de resultados en sus búsquedas. Muchas personas o influencers lo usan para captar más seguidores, otras por diversión, otras porque es su talento y otras porque les hace sentir bien o por compartir una actividad en familia, sin más.

Lo que todos tenemos claro es que el baile está presente en la vida de muchas personas. Podemos pensar que cuando alguien va a clases de baile es porque le gusta bailar sin más, porque ama la música y su manera de expresarse es a través del movimiento, pero sin embargo hay ocasiones en que es usado por sociabilizar, otras por hacer ejercicio físico o incluso como rehabilitación. Por lo tanto, podemos decir que el baile se considera una terapia, ya sea como una vía de escape para liberarnos del estrés, de la ansiedad y de todo aquello que nos perturba o quita el sueño o como vía para abrirnos a sociabilizar con otras personas.

Por otro lado, un dato importante es que al bailar además de liberar dopaminas, se liberan también endorfinas, que son las hormonas que reducen la sensación de dolor físico y producen una sensación de placer, por eso el bailar nos hace sentir bien. Pero además existe otro neurotransmisor que tiene un papel importante mientras bailamos es la serotonina, llamada la hormona de la felicidad y la responsable de hacer que nos sintamos más felices. Podemos ver que la danza o el baile en general tiene beneficios terapéuticos, que es una fuerza creativa que puede cambiar y mejorar nuestros cuerpos, estados de ánimos, e incluso nuestras vidas.

Actualmente, la palabra “terapia” se utiliza para referirse a cualquier cosa que nos haga sentir mejor, podemos así mencionar que una terapia puede ser el ir de compras, comer chocolate, pasear por la playa o cualquier cosa que nos haga sentir mejor, pero sentirse mejor a partir de la danza no es lo mismo que la danzaterapia o terapia psicocorporal y expresiva. Entonces, ¿Cómo podemos diferenciar entre el poder terapéutico innato de la danza y la danzaterapia?

Desde luego se trabajan desde un enfoque diferente. Los bailarines profesionales usan la danza con fines artísticos, de educación, recreativos y de entretenimiento o enfocados al espectáculo. ¿Pero cómo responden estos bailarines cuando la conexión cuerpo-mente revela problemas y emociones de las personas con las que trabajan? ¿Están preparados/as para lidiar con ello?

Cuando profundizamos en las emociones, sobretodo si se trata de las emociones de otras personas, tenemos el deber de protegerles, de darles un soporte y seguridad, con el cuál debemos estar preparados, y no todo profesor/a de danza o bailarín lo está. Sin el conocimiento real terapéutico no va a saber cómo reaccionar o puede hacerlo de manera errónea, aunque la intención sea buena si no tiene la preparación o formación adecuada.

Durante mi carrera como profesora y profesional de la danza he escuchado más de una vez a colegas decir, “No hace falta estudiar pedagogía de la danza para dar clases de baile, total, la gente viene a divertirse” Lo cuál ya me parece una atrocidad, pero eso es un tema que abordaré en otro momento. Centrándonos en lo que quiero exponer ahora, otra frase es “A veces, me siento más psicóloga o terapeuta que profesor/a de baile” o “Eso lo hago yo también, total es expresión corporal y juegos” y sí, es cierto que el baile es terapéutico, y algunas dinámicas o ejercicios son “sencillos” pero ¿cómo vas a tener función de un/a terapeuta si no has adquirido las habilidades para serlo? Del mismo modo que no se te ocurriría ejercer una profesión que no te compete y de la cuál no tienes conocimiento, tampoco debes poner a tus estudiantes o clientes , o expresantes como a mí me gusta llamarles, en peligro, con actividades que les conectan con sus emociones, sentimientos o traumas.

Debemos pensar sobre ello, y saber que para garantizar prácticas seguras y éticas hay que formarse y capacitarse. Debemos ser capaces de promover una integración física, emocional, cognitiva y social, mejorar la consciencia del ser y facilitar cambios. El terapeuta psicocorporal y expresivo es un profesional con años de capacitación y supervisión clínica, capaz de manejar de manera responsable casi cualquier situación biológica y psicosocial que pudiera surgir en el proceso de creación o terapia.

En la danza terapia o terapia expresiva de movimiento, el expresante se mueve, explora, propone, expresa… el terapeuta no dice cómo y cuándo deben moverse. Los movimientos son improvisados y naturales, y éstas son las herramientas de evaluación e intervención para el terapeuta. No se tienen en cuenta la técnica, ni la estética de la danza o movimiento, sino el rango y la calidad del movimiento, la potenciación y canalización de la energía, el favorecer la identificación y gestión de las emociones, la reducción del estrés y la depresión, y el ayudar a alcanzar al expresante sus objetivos de salud, tanto física como mental.

En danza terapia y otra técnicas psicocorporales y expresivas tenemos la posibilidad de trabajar con todos los grupos de personas, independientemente de su edad o su condición de salud mental o física. Tiene un abordaje psicoterapéutico que integra los aspectos físicos, emocionales, cognitivos, sociales y espirituales de cada individuo. Por lo tanto a través de la danzaterapia, podemos evaluar movimientos auténticos para iniciar un proceso de sanación.

No digo con esto que el terapeuta psicocorporal y expresivo tiene función de psicólogo, ni mucho menos, no me atrevería a hacer un intrusismo de esta dimensión. Como terapeuta, tengo claro hasta dónde llegan mis funciones y cuándo y cómo debo requerir de la ayuda de un psicólogo/a o cualquier otro especialista si considero que la solución o la evolución ya no está en mis manos. Lo que si me gustaría puntualizar es la función del terapeuta psicocorporal y expresivo, el cual está particularmente preparado para intervenir en el proceso de sanación usando el repertorio del movimiento personal de sus expresantes, y no solamente haciéndoles bailar o seguir un patrón de movimiento.

En movimiento o danza expresiva, al contrario que en la danza como espectáculo, ningún movimiento es correcto o incorrecto, todos los movimientos auténticos son válidos y respetados. Los/as expresantes, tras una sesión de danza expresiva, se sienten validados/as y empoderados/as por haber sido capaces de transformar de forma creativa sus dificultades en oportunidades de triunfo.

Ahora que ya sabes la diferencia entre la danza como terapia y la danzaterapia, sigue danzando, llénate de alegría, entusiasmo y sanación.

La danza nos proporciona múltiples beneficios tanto a nivel mental como físico. No todo el mundo comienza a bailar con los mismos propósitos u objetivos, algunas personas lo hacen por su amor a este arte, otras por socializar y conocer a gente nueva, otras por dedicarse tiempo a ellas mismas, otras por moverse y hacer actividad física de una manera divertida, y otras porque sienten satisfacción al moverse al ritmo de la música, otras porque quieren aprender pasos, movimientos, patrones y/o figuras que puedan usar cuando suena la música que les mueve; y otras simplemente por diversión.

Sea cual sea el motivo por el que hayas decidido comenzar a bailar, debes saber que además de aprender y disfrutarlo, obtendrás una serie de beneficios que mejorarán tanto tu nivel de salud física, mental y emocional, como tu capacidad de relacionarte con las demás personas.

Los beneficios de los que hablaremos a continuación son para todas las edades y sexos. Pero si introducimos a nuestros/as pequeños/as desde una edad temprana a educarse en danza les estaremos haciendo el gran favor de que desarrollen una serie de beneficios que les ayudarán a relacionarse mejor, tener más autoconfianza, tener mejor calidad de movimiento, ser más creativos, resolutivos y a tener un estado físico en general, más saludable.

Beneficios físicos de la danza

• AGILIDAD: la danza nos permite tener mejor movilidad articular y una mayor amplitud de movimiento, teniendo más flexibilidad y elasticidad, lo que es fundamental para la previsión lesiones. Además facilita la capacidad de movimiento, en el tiempo y en el espacio.
  

• MEJORA DEL SISTEMA CARDIOVASCULAR: otros de los beneficios físicos son la mejora del sistema cardiovascular y el aumento de la capacidad pulmonar. El buen funcionamiento de estos dos sistemas conllevan además a una mejora en el sistema nervioso y músculo-esquelético entre otros.
  

• AYUDA A LA REDUCCIÓN DE GRASA: la danza se trata generalmente de un ejercicio aeróbico, por lo que favorece la combustión de la grasa corporal y la reducción de colesterol y azúcar, entre otros valores, que favorecen el buen funcionamiento de nuestros órganos viscerales para nuestra salud.
  

• PSICOMOTRICIDAD Y COORDINACIÓN-DISOCIACIÓN: a través de la danza y ya desde edad temprana, conseguimos un mejor desarrollo de la psicomotricidad y coordinación corporal. En danza se trabaja tanto la coordinación del tronco superior y brazo-manos con el inferior y piernas-pies, así como la disociación de los mismos.
  

• FUERZA: la fuerza muscular es una de las capacidades humanas que debemos hacer lo posible para que perdure lo máximo en el tiempo, ya que los músculos son el soporte de nuestro esqueleto y con el paso de los años nos ayuda a mantenernos erguidos, con equilibrio y movilidad. La danza nos ayuda a ese incremento de la fuerza y tono muscular necesarios.
  

• ENERGÍA: toda actividad física nos proporciona más energía a largo plazo, aunque en el momento de realizarla nos resulte cansado o agotador. Si observas, después de haber realizado actividad física, en este caso el baile, te sientes más activa/o y con más energía que con la que empezaste, además de tener una mente más despejada y dispuesta.
  

• EQUILIBRIO: nuestro mayor beneficio en cuanto al equilibrio corporal es la prevención de caídas y el control corporal ante tropiezos o situaciones que nos pueden poner en peligro. Es una opción muy acertada tanto para la prevención desde edades tempranas, como cuando ya estamos en edad más avanzada, como puede ser la 3ª edad, evitando así fracturas o fisuras indeseadas.
  

• CONTROL CORPORAL EN EL TIEMPO Y EN EL ESPACIO: la danza te da la capacidad de conocer mucho mejor tu cuerpo y adquirir consciencia del mismo, de saber tus posibilidades de movimiento en el espacio en el que te encuentras y la velocidad a la que puede responder ante un estímulo.
  

Beneficios psicológicos de la danza

• EJERCITA LA MEMORIA: en la práctica de la danza estamos continuamente recordando técnicas, pasos, desplazamientos, coordinando movimientos de pies con brazos, cabezas, etc. Son muchas cosas las que hay que atender al mismo tiempo e intentar recordarlo, tanto en clase como en el caso de coreografías. La memoria juega un papel importante y por ello es uno de los beneficios que tiene la danza, ya que la ejercitamos constantemente y por ende se produce una notable mejora, además de prevenir el Alzheimer.
  

• TERAPÉUTICOS: la danza ayuda a expresar mediante el cuerpo lo que en muchos casos no puede expresarse hablando. A través de la expresión corporal y el movimiento psicoexpresivo, con la ayuda de un terapeuta, podemos exteriorizar bloqueos, miedos, e incluso traumas, que nos ayudarán a liberarnos y sentirnos mejor con nosotros/as mismos/as y con el entorno que nos rodea.
  

• ALEGRÍA: al bailar se activan químicos naturales que favorecen la alegría, como lo son la endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina. Estos neurotransmisores además están relacionados con el afecto, propician la empatía e incrementan la confianza entre las personas.
  

• CONECTAR PARA DESCONECTAR: En el día a día lidiamos con problemas o cuestiones que resolver que nos tienen la mente ocupada, sobretodo desde la edad adulta. Por ello es importante tener una vía de escape con la que conectarse y en la que concentrarse para desconectar del mundo y de todos esos problemas.
  

• SUPERACIÓN Y CRECIMIENTO: Cada día se ve el progreso, el cuerpo responde mejor, los movimientos son más cómodos y tienes mayor control corporal. Esto ayuda a la superación y el autocrecimiento. Puede ser que algunos días te sientas frustrada/o porque no consigues hacer todo como desearías, pero incluso esto es positivo porque trabajamos la aceptación de la frustración, tan necesaria para todo en la vida. Aún así puedes comprobar cómo el progreso es mucho mayor y la sensación de satisfacción es muy positiva, ayudándote también en tu autoestima.
  

• DISCIPLINA: La disciplina es una de las características de la práctica de la danza. Inscribir a tu niño/a en una actividad de danza desde pequeño/a, le proporcionará esa disciplina requerida tanto para danza, donde aprenden a seguir una clase en movimiento, escuchar y prestando atención sin la necesidad de tener que ser detrás de un pupitre, como para cualquier actividad profesional y personal, que además requerirá de constancia y perseverancia.
  

“Pon música a tus problemas y báilalos”

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